Tuvieron que jugarse ocho partidos en esta Copa del Mundo para que por fin una selección se muestre como verdadera favorita. Ni Argentina, ni mucho menos Inglaterra nos llenaron los ojos ¿Quién iba a pensar que esta Alemania sería ese equipo? Nadie apostaba nada por la selección teutona, más aún cuando Michael Ballack y otros tantos referentes del equipo se lesionaron a puertas del mundial.A las pruebas se remitieron, en el campo de juego nos mostraron su mejor cara, con un contundente 4-0 demolieron a una Australia que en los papeles se presentaba como un equipo de cuidado. La jugada del primer gol fue una demostración de buen fútbol, con un pase genial al vació y la sesión hacia atrás del joven pero decido Thomas Muller que encontró perfectamente bien perfilado a Lucas Podolski, quien con un zurdazo letal le dobló las manos al arquero australiano.
“Nos hemos ganado un respeto” dijo el técnico alemán Joachim Loew, durante la conferencia de prensa. Yo creo que más que eso, Loew logró un cambio generacional en pocos meses o incluso semanas. Con una edad media de 24 años es una selección joven, donde el más experimentado es el delantero Miroslav Klose, pero que gol a gol se ha ganado el puesto y ahora lo pone a solo 4 goles de fenómeno Ronaldo como máximo artillero en la historia de los mundiales.
Es adelantado de mi parte decir que Alemania es el gran favorita, aún falta mucho pan para rebanar, pero lo que sí puedo decir es que si Alemania juega a ese mismo nivel o incluso lo mejora, tal vez estamos frente a un semifinalista.
